cicio del Poder dentro de la idea del Estado, y à lo dog 
mático y lo libre, la sistematización ortodoxa y las apor¬ 
taciones accidentales en la justicia social. 
* * + 
A hablar del primer aspecto del tema parecera que 
sigo hablando del autor del discurso. En todo éste, salvo 
algun escape, hacia el final, de respeto y aun de espéran¬ 
za, mirando a la pasión, campea el recelo, la hostilidad, 
no va al exceso de aquélla, apreciado como dano, sino al 
simple influjo del sentimiento, visto como peligro. Fren¬ 
te a tal desdén, no oculto, la exaltación de la ciencia, del 
esclarecimiento intelectual. Esa misma preferencia, en 
el alma de BESTEIRO reflejóse desde sus primeros discur¬ 
sos en el Parlamento como una obsesión, v os contieso 
que durante anos lo ha sido en mi descubrir la clave ex¬ 
plicativa de lo que juzgaba, siguiendo su pensamiento, 
en él una contradicción paradójica, y entre los dos una 
honda discrepancia. Durante muchos ancs he tenido la 
timidez de no plantearle mi curiosidad en privado ; hoy 
me permito el atrevimiento de exponerla en publico, por- 
que va ante el eco de las ultimas palabras, iluminadas 
por hechos que las preceden, veo clara, completa, per¬ 
fecta, la explicación que tanto persegui tenaz e inûtil¬ 
mente. 
Seria desorientador buscar aquella explicación en el 
hábito, al cabo modelador, de la disciplina profesada, va 
que el catedrâtico de Lógica lo fué ante todo de Psico¬ 
logia, y entendiendo ésta en su trabazón de psicofisica, 
ahondó en la huella sugerente de las sensaciones, como 
en la raiz impulsiva de los movimientos. Tan enganoso 
fuera explicarse el caso por la frialdad aparente de un 
temperamento, prevenido contra su propia fuerza emo¬ 
cional, transparentada en el relampagueo de lo espon¬ 
táneo. 
Max-Planck-Institut für 
Real Academia de Ciencias Morales y Politicas 
europäische Rechtsgeschichte