SENORES ACADÉMICOS:
ADA pudo apetecer tanto—os lo confieso emociona¬
da y sinceramente—quien, como yo, ha dedicado
su vida de trabajo social, modesto, però paciente,
al cultivo de las Ciencias Morales y Politicas, como verse
acogido en su seno por esta noble Academia, para cola¬
borar con vosotros en ambiente de alta investigación y
maxima autoridad en la materia.
A vuestra bondad y benevolencia debo, pues, gratitud
sin limites, y en vuestra honrosisima elección veo pre¬
miados, no méritos propios, de que carezco, sino méritos.
tal vez, de un grupo de ciudadanos al que perteneci, que.
sin mas aliento que el de servir a ideales generosos, se
consagrò al estudio de los problemas sociales, formando.
a la sombra patricial de Azcárate, un vivero de traba¬
jadores sociales, de los cuales algunos fueron Ilamados
por esta Academia a su seno, otros acaso lo sean más
tarde, con mejores titulos, ciertamente, que el que hoy
arriba a esta Casa, y no pocos quedaron en el camino,
malogrados para el servicio de la Patria. Permitidme que
en dia tan solemne para mi dedique a unos y otros el tri¬
buto de mi fraternal recuerdo.
Mi antecesor el P. Mar¬
celino Arnáiz.
Vuestra desmedida benevolencia al elegirme brilla
singularmente cuando comparo mis pobres méritos con
aquellos que atesoraba mi antecesor en esta misma silla
que ocupo: el P. Marcelino Arnáiz (q. e. p. d.), figura pre¬
eminente de la inclita Orden Agustiniana, a quien tanto
deben las Letras y la Ciencia espanolas, asi como la his¬
Max-Planck-Institut für
Real Academia de Ciencias Morales y Politicas
europäische Rechtsgeschichte