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conductores de masa, y los que, sabiéndose masa, quieren
imponer su superioridad cuantitativa. Recuérdense Los
Caballeros, de Aristófanes, y cômo Herodoto hace hablar
asi à Megabises, uno de los siete sátrapas conjurados con¬
tra Esmerdis: "Nada más insensato e insolente que una
multitud perniciosa, pues queriendo evitar la insolencia
del tirano, se cae en la tirania de un pueblo desenfrenado.
El pueblo no tiene ni inteligencia ni razón. «Cômo podria
tenerlas, si no ha recibido ninguna instrucción, si no co¬
noce ni lo bueno ni lo honrado? El pueblo se lanza a cual¬
quier empresa, la cabeza baja y sin juicio. (Historias,
tomo III, 81, de la traducción Budé.
No menos eterno es el conflicto entre el cerebro y el
musculo, que, dando al trabajo todo el valor motor de la
civilizacion, separa a los mismos trabajadores en intelec¬
tuales y manuales, con evidente tendencia, en la evolu¬
cion de la soberania popular, hacia aspiraciones exclusi¬
vas de dominio de los meramente manuales. Ya Guizot.
en aquel folleto que en su tiempo produjo sensacion (De
la démocratie en France, 1849), salió al paso de las con¬
secuencias de este rebajamiento de las cosas, que conduce
ratalmente a la más descabellada forma de dictadura, ela¬
borada insensatamente por los serviles aduladores de la
masa, imitadores de Camilo Desmoulins, cuando exclama¬
ba: "Ven, respétable artesano; que tus manos, encalleci¬
das por el trabajo, no desprecien la mia, que no siente más
ratiga que la de la pluma. (Consejo General de la Com¬
mune, 24 julio 1792.
No necesita, ciertamente, la envidia del estimulo de la
adulacion para corroer el cuerpo social y corromper la
vida publica. Su danio se denuncia, repetimos, en diferen¬
tes paises, y especialmente en los latinos. Véase cômo alu¬
de à ella, en Francia, H. d'Almeras (Manuels et intellec¬
tuels, en Le Correspondant, 25 mayo 1921): "Esa envi¬
dia, diré, que he senitalado en el curso de estas paginas no
es solamente democrâtica: es nacional. Producida por la
vanidad francesa, por la alta opinión que cada uno de
nosotros tiene de si mismo y por la importancia exagera¬
da que se atribuye, alcanza desde el más pequeno al mas
Max-Planck-Institut für
Real Academia de Ciencias Morales y Politicas
ppäische Rechtsgeschichte