jas de la evolución razonada y experimental, que, vene¬
rando la tradición, la infiltre, como savia vital, en las nue¬
vas formas que el progreso impone.
Hay un concepto general, en suma, demasiado estáti¬
co del conservadurismo, como lo hay con exceso dinámico
del liberalismo. El ritmo de las cosas y de los problemas
sociales y politicos que la colectividad, siempre anhelan¬
te, pero siempre instintivamente guardadora de sus cau¬
dales espirituales y materiales, imprime a la evolución de
la Humanidad, està acaso por encima de los que luchan
en primera linea. Asi como ha habido quien pone en boca
de Adán esta frase: "Mi querida Eva piensa que estamos
viviendo en un periodo de transición , podria ponerse en
labios de Juan del Pueblo otra equivalente, que revelara
el buen sentido de no apresurar una evolución que por si
misma se desarrolla sin cesar.
El elemento pasional.
En tanto estimamos el ascendiente pedagógico y re¬
gulador de la Prensa, que no dudamos en atribuirle con¬
siderable misión de autoridad en las sociedades modernas.
Por eso la creemos obligada a neutralizar, con cotidiana
siembra de estimulos morales en todas las esferas de la
actividad humana, los efectos de las bajas o las malas
pasiones que intoxican a la opinión pûblica y que, perver¬
samente explotadas, determinan la deplorada sofistifica¬
ción de la democracia.
Destaca, entre esas pasiones lamentables, en las actua¬
les sociedades, como consecuencia principalmente de las
impurezas del régimen social en que vivimos, la de la en¬
vidia, que no pocos sennalan como defecto especifico de
nuestro pueblo, siendo más cierto que en otros también
se denuncia, y que puede estimarse como sintoma de la
crisis moral de la Humanidad y faceta muy destacada de
la lucha de clases y de intereses que padecen las socieda¬
des contemporáneas.
Vieja como el mundo, pero de perpetua actualidad, es
la pugna entre los que, sintiéndose selección, aspiran a ser
Max-Planck-Institut für
Real Academia de Ciencias Morales y Politicas
europäische Rechtsgeschichte