la vida de los Gobiernos (y, por consiguiente, la
mejora de los servicios pûblicos, que, no existiendo
organismos técnicos, se deriva de aquellos) se haile
a merced de Parlamentos cuya elección dependa de
la eficacia de los billetes al portador o del temor al
odioso cacique. Como ha escrito el senor Sánchez
de Toca, «lo que mas claramente se destaca ahora
a la visión de nuestros pueblos sobre sus institucio¬
nes parlamentarias, es que a ellos no les amparan,
y que han perdido esa principal razón de ser de
toda institucion de poder pûblico, que consiste en go¬
bernar en beneficio del interés general, o, por lo me-
nos, de algo o alguien que represente primacia en los
estados sociales».
Y asi no se puede permanecer mucho tiempo. Ya
lo proclama el ambiente de revolución en que vivimos.
*
Aspecto muy digno de ser loado en el senor Mina¬
na, es el de su actuación como profesor de clases prâc¬
ticas de Derecho mercantil en la Universidad Cen-
tral.
Convencido de las grandes deficiencias de la en¬
senanza juridica universitaria, que, con raras excep¬
ciones, sirve entre nosotros para desarroilar aptitudes
retoricas o capacidades memoristicas, pero no la con¬
dición inquisitiva y razonadora peculiar del verdadero
jurisconsulto, el senor Minana introdujo el nuevo mé¬
todo de prescindir de los rutinarios sermones y de los
consabidos recitados de textos legales o doctrinales
más o menos dignos de respeto, y proponer a sus alum-
nos, selectos problemas, que aquellos se encargan de
discutir y de resolver, y que luego, con observaciones
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Max-Planck-Institut für
Real Academia de Ciencias Morales y
europäische Rechtsgeschichte