hace poco : No son los hombres de saber, de mérito,
de inteligencia justa y recta los que faltan en este
pais. Hubo siempre en Francia hombres selectos ad¬
mirables; pero se trata de descubrirlos y de poner a
cada uno en su sitio... ocupar el lugar para el que
cada uno es digno. Los hombres deben poder dis¬
tinguir los verdaderos competentes, dar ánimos a las
iniciativas felices y alejar los intrigantes incapaces...»
y el Figaro anade : «Buscando la selección por la in¬
teligencia, constituyendo un sistema que asegura, ca¬
si automáticamente, la formación democrática de los
selectos, es como nuestra ensenanza pûblica se hallará
en condiciones de suministrar a la sociedad, en todos
los ordenes, los hombres que necesita».
«Si admitis, dice Fontègne (1), que se haga una se¬
lección racional de los candidatos a aviadores, conduc¬
tores de tranvias y automóviles, etc., ; por qué no acep¬
tar igualmente una selección previa de los jóvenes que
se destinan a los estudios secundarios o superiores,
que desean ingresar, por consiguiente, en las grandes
escuelas que proveen de profesores nuestra vida inte¬
lectual, los ingenieros en nuestra vida industrial, los
jefes de establecimiento en lo comercial?
«A los que contestan que ahi está el examen, les di¬
remos que todos los que tienen alguna experiencia de
la vida escolar, saben que el examen, tal como está
concebido, exige sobre todo memoria, sin hacer resal¬
tar las aptitudes intelectuales del sujeto ; y en los apu¬
ros del examen es donde menos se puede juzgar del
valor mental de ese sujeto.»
Juzgar la atención y la concentración, la aptitud de
formar ideas, el poder de combinación y de juicio, la
(1) Obra citada, pág. 210.
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Real Academia de Ciencias Morales
europäische Rechtsgeschichte