códigos politicos del mundo civilizado, la anulación de la per¬
sonalidad humana y la negación del progreso elaborado al
través de los siglos sobre la eterna base de la libertad y de
la justicia. Y no podia ocurrir de otro modo desde que, des¬
conociendo que la organización económica, segün Marx, no
es más que un resultado politico, los maximalistas de Béla
Kun se declararon apoliticos, renegando de lo que Isócrates
llamó «alma de las ciudades, porque en ellas la politica hace
el mismo efecto que el alma en el cuerpo».
Claramente Béla Kun, que era todo el Gobierno, expuso
su pensamiento en el Soviet central de Budapest el 16 de
Mayo y el 2 de Junio (1). Para los comunistas, la democracia
significa la igualdad politica basada en la desigualdad eco
nómica. Democracia, dicen, es sinónima de plutocracia. Nada
de sistema parlamentario, que es la forma exterior de la de¬
mocracia. Los partidos politicos representan los mismos in¬
tereses económicos, los de la burguesia, y los nombres con¬
servador, liberal, demócrata, etc., que los separan, no son
sino una burda mentira. Los comunistas son partidarios del
sistema representativo: Soviets, es decir, Consejos de obre¬
ros, campesinos y soldados, y dictadura del proletariado. La
democracia descuida los problemas sociales y económicos
por la politica, mientras que el sindicalismo y el maximalismo
son esencialmente apoliticos. En un Estado comunista, la le¬
gislación se ocupa sólo en la organización sistemática del
trabajo, porque desaparecen lo que Xenius Ilama «las in¬
quietudes del progreso». Con razón ha podido decir nuestro
inteligente companero Sr. Royo Villanova que sel comunis¬
mo, no sólo ataca las libertades clásicas, sino que impide y
retrasa los avances lentos, pero firmes y seguros, de la de¬
mocracia». Para los comunistas, el progreso es una palabra
que carece de sentido e interés.
Segun Béla Kun y sus partidarios, el bolchevismo se dis¬
tingue de las demás tendencias por su posición frente al Es¬
tado. Este es un mecanismo de opresión en interés de la ex¬
(1) Lo principal de los dos discursos lo transcribe en su obra Révész.
Max-Planck-Institut für
Real Academia de Ciencias Morales y Politicas
europäische Rechts