juego, parecen inclinarse, resignadas, ya que no convencidas, las con¬ 
clusiones del discurso leido, hacia las conveniencias positivas, prácticas, 
de la reglamentación estricta, preferida a la tolerancia clandestina, 
nunca a la prohibición, doctrinal y sinceramente anhelada por nuestro 
colega. En ese camino, cierran las notas del discurso, al que contesto, 
algunas leyes de lejana reglamentación, mas arcaicas que respetables, 
buscadas por la curiosidad mas que encontradas con aplauso. Y ante 
la extrana, pero tipica y pintoresca invasión o salida en tropel y a 
la calle, que autorizaran al juego, en los dias de Navidad y próximos 
a éste, acude a mi memoria una observación que brindo a aquellos 
Académicos investigadores del raro y lentisimo proceso de supervi¬ 
vencia social en el Derecho historico, aun mucho después de quedar 
derogado. En pleno siglo xx, y en sitios y entre personas extranas a 
toda lectura y aun idea de las famosas leyes del Rey Sabio, he oido 
justificar, con gran naturalidad, que no se comprendia celebrar una 
Pascua, sin dedicar sus descansos al juego, siquiera los que perpetuaban, 
sin darse cuenta de ello, el eco del viejo Ordenamiento, fuesen de 
aquellos para quienes, en punto tal, todo el anno era Pascua. 
Dejando atrás la pequenna digresión, vale la pena de puntualizar, aun¬ 
que someramente, la comparación entre la tolerancia, que es una regla¬ 
mentación arbitraria y circunstancial, con la reglamentación, que es 
la tolerancia casuistica y definitiva. 
En el orden de realidades administrativas, la reglamentación, si no 
asegura el saneamiento, aumenta el prestigio. La tributaciòn, que tam¬ 
bién la tolerancia impone, tendria bases mas claras y menos margen 
de sombra, en lo que el tecnicismo fiscal llamaria premios de cobranza, 
cuya supresión higiénica no es segura, ni con reglamentos. La conce¬ 
sión, ubérrima y codiciada de los garitos, tendria siempre con peligrosas 
pero inevitables amplitudes discrecionales, garantias de expedienteo, 
no bastantes a impedir que se otorgaran como equivalencia de otros 
callados servicios, o consolación a muy diferentes y no satisfechas 
lemia de Ciencias Morales y Politicas 
europäische Rechtsgeschichte