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Nietzsche en que la elegancia espiritual, patrimonio de unos pocos
elegidos, es el origen de la moral práctica. Por eso consienten el
juego en los Circulos y Casinos instituidos para solaz de personas
selectas y distinguidas y lo reprueban en los edificios y locales menos
vistosos, a los que concurren gentes modestas, acaso de educación im¬
perfecta, y desde luego dotadas muy deficientemente de los medios
que don Juan Valera Ilamaba crematisticos. De este modo se evita a
los humildes la ocasión de pervertirse y se facilita a los poderosos el
disfrute de su derecho quiritario, ante una multitud de servidores de
muy inferior rango social, que fortalecen sus principios morales y su
respeto a las clases directoras, contemplando cómo los caballeros ad¬
ministran su hacienda.
En mi humilde sentir, el juego, manifestación visible de una con¬
cupiscencia pecadora, podria motivar la intervención médica y la re¬
clusión del jugador en una casa de salud; pero en la esfera de los prin¬
cipios, no es, ni puede ser, un delito. Lo demuestran las indicaciones
que preceden y más lo patentiza la inseguridad del criterio legislativo,
tan distinto y aun tan contradictorio en el Código penal comun, en el
de Justicia Militar, en el de la Marina de Guerra y en el promulgado
para nuestra zona de influencia en Marruecos.
Segün el Código penal comùn, el juego en las casas dedicadas a él
constituye delito, y en los lugares y parajes pûblicos, mera falta (13).
Como falta gubernativa se corrige en los Códigos de Justicia Militar y de
Marina, fuera de los casos de reincidencia (14) ; y en el Código penal
promulgado para Africa no se mencionan los juegos prohibidos, que,
por lo tanto, carecen alli de todo significado criminal (14 duplicado).
A esta variedad de conceptos penales se contraponen afirmaciones
de licitud, contenidas expresa o tácitamente en otras disposiciones
de orden administrativo, o de naturaleza civil y procesal. Figuran
al frente de ellas las que han erigido la loteria en institución nacional,
fuente de importantes ingresos para el Tesoro publico (15); y son
Real Academia de Ciencias Morales y Politicas
europäische Rechtsgeschichte