arrolladas por Colbert, las de lujo ocupan el primer lugar. Colbert 
fundó la "Compagnie des Indes Orientales" y la "Compagnie des 
Indes Occidentales". El ministro francés rindió culto a la acumu¬ 
lación monetario-metálica. "Les manufactures produiront des re 
tours en argént, ce qui est le seul but du commerce et le seul moyen 
d'augmenter la grandeur et la puissance de l'Etat." Es menester 
considerar a este respecto, como hicimos en el caso de Botero. 
que el afán de acumular metales preciosos, por criticable que pue¬ 
da ser desde un punto de vista estrictamente teórico, no suponia, 
en un pais carente de minas de oro y de plata importantes, el error 
técnico y prâctico que significaba en el caso de Espana, poseedora 
de las más ricas minas del mundo. La politica de Luis XIV adoptó 
un giro que convirtió en incómodo a ministro como Colbert. La 
inclinación bélica dió en el real ánimo mayor influencia al minis¬ 
tro de la Guerra, Lauvois. Unas duras palabras dirigidas por el 
rey a Colbert, deprimieron tan grandemente a éste, que acabó por 
enfermar y morir. 
Los portugueses se han lamentado siempre de las tristes con¬ 
secuencias que para su pais trajo la incorporación a la corona 
del rey de Castilla, por cuanto que, involucrados en las guerras 
con Holanda, perdieron el florón de las Indias Orientales, arreba¬ 
tado por los enemigos de los reyes austriacos. La verdad es que 
asi sucedieron las cosas; pero aunque la incorporacion no se hu¬ 
biera producido, quedan profundas dudas sobre la posibilidad de 
que Portugal hubiera seguido explotando en el xVII, monopolisti¬ 
camente, sus extensos dominios coloniales. Portugal era un pais, 
por entonces, de millón y medio de habitantes, sin resistencia 
bastante que oponer a la fuerza expansiva de los holandeses y 
de los ingleses. Rota la unidad ibérica, cayó Portugal bajo la in¬ 
fluencia de Inglaterra y de Holanda. Tres Tratados son el expo¬ 
nente rotundo de esta realidad. El Tratado de Cunha (1641) es¬ 
tipulaba reciproca libertad de navegación y comercio entre las po¬ 
sesiones portuguesas y holandesas, comprometiendose Portugal à 
comprar o fletar a los holandeses las naves para la navegacion, 
trato y comercio con el Brasil. Ya, antes del Tratado, los holan¬ 
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europäische Rechtsgeschichte