EXCMO. SR.:
EXCMOS. SRES. ACADÉMICOS, SENORAS Y SENORES:
En los pocos afios que he tenido el honor de pertenecer a
esta doctisima Academia de Ciencias Morales y Politicas, he
visto desaparecer de su seno a hombres eminentes, especiali¬
zados en las Ciencias juridicas y muchos de fama nacionaly
aun internacional. Esto apena el alma y la llena de tristeza.
Pero como en el mundo todo tiene su anverso y su reverso.
también hay compensaciones en este orden de cosas, cuando
vemos que vienen a formar parte de nuestra Corporacion
personas de la talla del Académico, cuyo discurso magnifico
acabais ahora de escuchar.
El senor Cuello Calön estä ligado a mi, no solo por lazos
de companerismo y de amistad estrecha, sino también por
vinculos de paisanaje; ambos nacimos en aquella region sal¬
mantina, famosa en el mundo de las Ciencias por la gloriosa
Escuela que iluminé el mundo con su ciencia, mereciendo el
titulo de Omnium scientiarum princeps.
En el afio 1911 hacia yo mis estudios de Derecho en la
Universidad Pontificia y en la Universidad Literaria de la
flustre ciudad de Salamanca; y recuerdo que uno de mis fa¬
millares que me profesaba un entranable carino me hablé
con elogio sumo de don Eugenio Cuello Calon, a quien en¬
tonces yo no conocia, poniéndolo ante mis ojos como modelo
de hombres honrados, laboriosos y cultos. Desde entonces vo
he admirado y sigo admirando a mi gran amigo y companero.
En realidad, el nuevo Académico no necesita de presen¬
tacion; conocida es su destacada personalidad, especialmen¬
te en el campo de Derecho penal, y conocidas también sus
obras que han salido de las fronteras espanolas, para servir
de guia y de norma a estudiosos de todos los paises.
Terminados sus estudios del Doctorado en Derecho, y en
posesion del grado de Doctor, marché a Bolonia al Colegio
5. — Discursos
Max-Planck-Institut für
Real Academia de Ciencias Morales y Politicas
europäische Rechtsgeschichte