que dicho senor no se posesionó de su cargo, por lo que en
realidad no a él, sino al Sr. Montejo, debemos recordar y
biografiar.
El Excmo. Sr. D. Tomás Montejo y Rica leyó su dis¬
curso de ingreso en esta ilustre Academia el 27 de febrero
de 1926, contestándole el Excmo. Sr. D. Javier Ugarte.
El Sr. Montejo, como dice este ultimo Académico, pre¬
firió “llegar al sitial de Académico por el callado impulso
de sus propios mérecimientos, consagrado por el espontaneo
voto unánime, exento de todo estimulo de vanidad, reple¬
gado siempre en su habitual modestia, caracteristica de su
ejemplar modo de ser en la vida profesional y en la vida
publica.
Siendo aun joven, ingresó por oposición en el Cuerpo
de Oficiales Letrados del Consejo de Estado con el nume¬
ro uno de su promoción.
No se contentó con aquel cargo el Sr. Montejo; cinco
annos después conquistó en brillante oposición la câtedra de
Procedimientos judiciales en la Facultad de Derecho de
nuestra Universidad Central.
Mâs de cuarenta anos de ejercicio no interrumpido en
la labor docente, le senalaron como uno de los mas ilustres
y conspicuos cultivadores del estudio y de la ensenanza del
Derecho: fué amado y admirado por sus numerosos disci-
pulos y estimado sinceramente por sus companeros de
Claustro.
Desde su juventud tomó parte en los discursos de la
Academia de Legislación y Jurisprudencia y del Ateneo de
Madrid.
En la primera, desempenó los cargos de Secretario y Vi¬
cepresidente; y en el segundo, tuvo a su cargo cometidos
tan apreciables como la conferencia sobre "Cortina y el Foro
espanol", que mereció de oyentes y lectores un favorable
comentario, y que fué incluida en la recopilación que se pu¬
blicó con el titulo de La Espana del siglo XIX, en la que
colaboraron los ingenios de la época.
Debe citarse también como obra suya la ponencia sobre
Max-Planck-Institut für
Real Academia de Ciencias Morales y Politicas
europäische Rechtsgeschichte