DE UNA CARTA AL SENOR ESPRIT
«Os ruego que ensenéis a la Senora de Sablé nuestras mâ¬
ximas, quizà esto le dé gana de trabajar y de ayudaros a
pensar, aunque sôlo sea para aumentar nuestro libro.»
A LA MARQUESA DE SABLE
«Le he enviado algunas sentencias al Senor Esprit para
que os las ensene; pero no me ha contestado todavia, y esto
me parece un mal sintoma para las sentencias.»
A LA MISMA
«He aqui otra maxima que os envio para que la unais a
las demàs. Os suplico que me mandéis vuestra opinion so-
bre las ultimas que os he enviado. No podéis desaprobarlas
todas, porque, entre ellas, hay muchas vuestras.»
A LA MISMA
«Envio las que he tomado de vos en parte. Os suplico que
me las devolvais, si no las he estropeado por completo, y si
encontrais de vuestro agrado las otras.»
En otra carta dice La Rochefoucauld a su amiga y colaboradora,
que ha visto la estimación en que tiene a sus buenos amigos los espa¬
noles (Alusión a Gracián?).
* * *
Esta pequenna digresión, sobre el epistolario de La Rochefoucauld,
en torno a sus concomitancias con Gracián, me ha apartado un poco
del examen que venia haciendo del matiz especial que Ovejero nota
en el pesimismo del escritor aragonés, en quien no suele asomar el
desaliento.
Max-Planck-Institut für
encias Morales y Politic:
europäische Rechtsgesch