Si evoco ahora esta grandeza vuestra, es para que podais
explicaros en cuánto aprecio el honor que benévolamente me
concedisteis al clevarme a vuestro rango desde el mas mo¬
desto de Académico Correspondiente, con que ya me habiais
obligado en 1925, y cuán sincero es mi propósito de dar al
agradecimiento que os debo la forma prâctica de una cola¬
boración entusiasta.
ado sentido, quieren los Estatutos de la Aca¬
Conpr
segun frase de un ilustre politico (1), sea «la
demia qui
en la ruptura acusada
muerte heraldo de la elección», y corrig
un doble lazo que une en simbólica
por
guadana
con
su
dad al que se va y al que llega ; recibe éste la Me¬
recipro¬
e rinde en sus
usó, emblema del cargo, y l
dalla
primeras palabras el tributo de sus justos elogios.
Verdaderamente digna de ellos es la figura de Don Emi¬
lio Minana y Villagrasa, que cursé sus estudios en ia
Universidad valenciana, con brillantez excepcional, y los
completó con investigaciones facilitadas por sus extraordina¬
rios conocimientos linguisticos, que le permitieron utilizar di¬
rectamente casi toda la literatura juridica extranjera de su es¬
pecialidad. Fué ésta el Derecho Mercantil, al que dedicô
casi exclusivamente su actividad, cultivandolo en el Foro,
en la Câtedra y en la investigación.
Abogado del Ilustre Colegio de Madrid, Asesor del Co-
legio de Agentés de Cambio y Bolsa, Académico Honorario
de lasde Jurisprudencia y Legislación, Profesor de la Uni¬
versidad Central, fué un incansable publicista cuyas obras
siguen siendo consultadas por los profesionales. Citemos,
aun con riesgo de omitir alguno, los siguientes libros y mono¬
grafias. «El contrato de edición, segun las legislaciones
alemana y suiza» (104); De la clasificación de las servi¬
dumbres en reales y personales» (1004); «Ordenanzas ge¬
t-
(1) V Canalei
Discurso en la Real Academia de Jurisprudencia
y Legislacion el dia 28 de Marzo de 1905.
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Max-Planck-Institut für
Real Academia de Ciencias Morales y Politicas
europäische Rechtsgeschichte