ne empuna el látigo vengador, y Luis Veuillot escribe un
bello libro de sátira social : Les libres Penseurs. Más tarde,
Ernesto Hello, Barbey de Aurebilly, León Bloy muestran
en sus escritos su robusto impulso protestatario.
Por el lado de la filosofia inglesa, el empirismo de
Stuart Mill encontró una sistematización en Spéncer y Dar¬
vin, y a esta sstematización se ha Ilamado evolucionismo.
Los principios absolutos fueron lanzados a la vorágine de
los fenómenos que se sucedian en un encadenamiento sin
fin. Puede decirse que si la evolución daba al empirismo un
sistema, la filosofia alemana daba a la evolución una me-
tafisica. Sobre la base del agnoticismo y de la confusión
entre las formas del sér y las del conocer, el monismo po¬
sitivista podia ostentar sus ambiciones de invadirlo todo.
Claro es que cuando se decia que el pensamiento es una
secreción del cerebro, que el entusiasmo es un eretismo ce¬
rebral, que Dios es un mito y el hombre un mico, la inteli¬
gencia no sólo perdia su natural preeminencia sobre el mun¬
do de lo inconsciente, perdia también todo derecho a for-
mar juicios y establecer ninguna clase de afirmaciones tras¬
cendentes a los héchos. Si la verdad en nosotros es un
movimiento de átomos y el error otro movimiento análogo,
ambos movimientos se equivalen y no se ve qué discrimi¬
nación fundamental puede establecerse entre una y otra
cosa
La ciencia, tal como se concebia en los tiempos de Tai¬
ne, no interesaba las energias activas del espiritu. El hom¬
bre de ciencia no podia ser más que pasivo y contemplati¬
vo, era un espectador indiferente, ante el cual se desarro¬
llaba una trama de movimientos mecánicos, a la que él
mismo no era ajeno. No pudiendo producir ningun bien ni
evitar ningun mal, ahogada la sensibilidad, moral, cerra¬
dos los caminos del deseo y dé la ésperanza, creyéndose el
hombre sujeto a la misma ley de nécésidad que el resto del
mundo, esta filosofia no podia producir sino el diletan¬
tismo o el pésimismo.
e
habia formado un coto cerrado donde a la inteli¬
ncia le estaba prohibido entrar. Alli dentro estaban los
que se llamaban «problemas aparentes», es decir, las cues¬
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Max-Planck-Institut für
Ciencias Morales y Politicas
emia
uropäische Rechtsgeschichte