vigorosos contornos el concepto del bien comûn. Ello le permi¬
te aplicarlos, guiado por espiritu constructivo, a problemas ac¬
tuales de orden social y económico, referentes a la tierra, a
la vivienda, a la contratación y a los seguros sociales, sin ol¬
vidar tampoco aquellos otros que miran a la educación e ins¬
trucción y al fomento de los valores espirituales conducentes
a un justo ordenamiento social.
Permitaseme, siquiera sea con la obligada brevedad de mi
intervención en este acto, anadir unas palabras a las bien orien¬
tadas que, finalmente, el senor Tornos dedica al aspecto in¬
ternacional.
El bien comùn, que en la Etnarquia cristiana medieval, uni¬
da por el vinculo de una misma fe, respondia a un fundamento
objetivo, a una verdad ontológica, pasó en buena parte de
Europa, por obra de la Reforma, a depender del movedizo y
subjetivo principio del libre examen.
De otra parte, la formación de los grandes Estados moder¬
nos vino a estimular los individualismos nacionales, imbuidos
del falso dogma de la soberania absoluta, cada uno de los cua¬
les perseguia, en general, su propio bien, con olvido del de
la comunidad, aun cuando a veces simulara confundirlos.
No incurrió, ciertamente, Espana en esta suplantación al
realizar la mas alta empresa de nuestra historia, en América
y en Filipinas. La huella que Espana dejó alli es el más irre¬
futable testimonio de que no fué en busca de un bien utilita¬
rio y particular, sino de un bien comûn a nativos y espannoles:
la civilización cristiana de que, bajo todas sus facetas, les hi¬
cimos participes, y que ha sobrevivido, como patrimonio espi¬
ritual, también comùn, a la emancipación politica de aquellos
pueblos.
La doble idea de comunidad y de universalidad fué unida
al genio espanol siempre, y de modo especial en los momen¬
tos de mayor apogeo de nuestra politica en el mundo. Nuestros
grandes teólogos y juristas de los siglos XVI y XVII, especial¬
mente Vitoria y Suárez, alzaron su voz no para recabar, como
espanoles, a la manera que más de un pensador de otros pue¬
blos hizo, privilegios abusivos para su Patria, ni tampoco para
pretender, como católicos, resucitar la Etnarquia cristiana me¬
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Max-Planck-Institut für
Real Academia de Ciencias Morales y Politicas
europäische Rechtsgeschichte