entre ellos Whewel, Clerk, Maswell, Kelvin, W. E. Clifford y Ai-
rey, que fué su maestro y dijo de él que tenia genio matemático.
Marshall, como todos los citados, fué Second Wrangler, una de
tantas notas tipicas y tradicionales de las viejas Universidades
inglesas, intraducible en absoluto y que representa mâs que
nuestro premio extraordinario del doctorado. Sin embargo, una
evolución muy lenta, en la que tuvo una profunda influen¬
cia, como en tantos otros aspectos de su formación mental,
H. Sidgwick, le fué llevando a la Metafisica, a la Lógica y a la
Economia, que abordó ya con una preocupación social y ética
que transpira en toda su obra, y que le separaron por completo
de toda preocupación por la Economia pura, especialmente en
el sentido que entonces predominaba. Esto explica la estructu¬
ra de otro modo, algo extrana, de los Principles y el abando¬
no cada vez mayor, que fué haciendo del empleo de la Matemáti¬
ça, a pesar del carácter eminentemente matemâtico que, segun
Edgeworth, constituye como el armazón de los Principles.
Si no se puede llamar a Marshall un economista matematico,
aunque haya empleado con fruto y con perfecta técnica la maté¬
mática en alguna ocasión y se le deba algo verdaderamente esen¬
cial en el concepto de la elasticidad y en sus aplicaciones, y
aunque su obra tenga mucho de matemática, su actitud respecto
a la Estadistica no importa tanto naturalmente para mis pro¬
pósitos como la de otros economistas. Pero es que, ademas, si
Marshall fué estadistico, hasta cierto punto, muy inferior desde
luego a Edgeworth y aun a Pareto, fué también abandonando
la Estadistica y perdiendo fe en ella, salvo para el estudio de
cuestiones particulares, a medida que se iba haciendo mayor su
alejamiento de la Matemática. Creo que con esto queda justi¬
ficado sobradamente que no insista más en cosa tan clara comc
la explicación de por qué Marshall no hubiera podido ser nunca
un iniciador de la Econometria.
Hasta aqui, la evolución del pensamiento en la Economia
matemâtica y la posición de sus principales representantes con
respecto a la Estadistica me parece que han quedado clara¬
mente senaladas y situadas. Sin embargo, por esos mismos
annos, a partir de 1891, pueden observarse movimientos de apro¬
ximación entre una y otra disciplina, que durante los primeros
veinticinco de este siglo marcan avances de enorme importan¬
cia en la formación y desarrollo de la Econometria. Estos movi¬
mientos, si es que existieron en alguna otra parte, cosa de la
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Max-Planck-Institut für
Real/
orales y Politicas
europäische Rechtsgeschichte