mientras que las notas matemáticas que se encuentran al fin de
la obra no tienen en general otro objeto que el de presentar esas
mismas ideas bajo una forma más sintética o más comprensiva».
Por su parte, Wl. Zawadzki (15) dice: «Existen numerosas
investigaciones matemáticoeconómicas, aparte de la teoria que
acabamos de exponer (la del equilibrio económico). Teóricamen¬
te, por lo demás, deberian referirse todas a ella, porque las rela
ciones cuantitativas consideradas no tienen lugar más que en el
momento del equilibrio general; pero algunos autores las han
estudiado separadamente, admitiendo de un modo más o menos
explicito que los otros elementos permanecen estacionarios.»
Hace en seguida un estudio concienzudo y sereno de la posición
de Marshall, y termina con estas palabras: «En resumen, Mar
shall se ha servido en todo de una construcción aproximada;
pero hay que anadir que se ha servido siempre de ella con muche
tacto y habilidad. Junto con otras condiciones eminentes de su
libro, ha dado excelentes resultados y ha contribuido no poco
a hacer de ese libro uno de los mejores tratados de Economia.
La utilidad de tales investigaciones no se discute por nadie
ni siquiera por los adversarios decididos de la aplicación de las
matemâticas a nuestra ciencia. Pero puede uno preguntarse si
limitando asi el campo de esta aplicación no se deja fuera la
parte más importante.»
Por su parte, O. Weinberger (16) hace notar que Marshall
«ha hecho uso del método matemático tardiamente y en un
sector muy limitado. En su conocida critica de la Theory of Po¬
litical Economy, de Jevons ha escrito que el libro hubiera gana¬
do si se hubiese prescindido de la parte analitica y solamente
se hubieran conservado los gráficos».
Lo curioso de todo esto es que Marshall habia dejado, como
refiere J. M. Keynes en su biografia (17), sus estudios clásicos
y filológicos, que seguia por imposición de la voluntad férrea de
su padre, para estudiar matemáticas (18) en Cambridge, Uni¬
versidad que siempre se distinguió en su cultivo y de la que
proceden la mayor parte de los grandes matemáticos ingleses,
(15) Les mathématiques apliquées à l'économie politique. Paris, 1914.
(16) Mathematische Volkswirtschaftslehre. Leipzig-Berlin, 1930.
(17) Forma parte del volumen Memorials of Alfred Marshall, edited by A. C.
Pigou. Londres, 1925.
(18) Sin embargo, como tantos otros matemáticos y economistas, leia correc¬
tamente el latin y el griego, conocia a fondo el hebreo y nunca abandonó los
clásicos.
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Morales y Politicas
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