ria justo cargar sobre el Ministerio de Trabajo lo que forzo¬
samente habia de ser criterio de Gobierno.
Es más, si el proporcionar o no a las Asociaciones socialis¬
tas puesto influyente tan fuerte como el de representacion
obrera en los Comités Paritarios, hubiera dependido sólo de la
voluntad de Aunós, es bien probable que no hubiera tenido
lugar. En ello nos ratifica el discurso cuya lectura acabamos
de escuchar, en el que bien explicitamente se juzga equivoca¬
da la politica seguida especialmente a partir de 1880 creando
organismos oficiales en los que participaran los socialistas.
Hablando, por ejemplo, de la Comisión creada en 1883, verda¬
dero antecedente del Instituto de Reformas Sociales, se dice
que de ella «se sirvió el socialismo como tribuna para adqui¬
rir una importancia que sólo podia procurarse al calor de Ins¬
tituciones como ésta que el régimen politico ponia a su ente¬
ra disposición... Tales procedimientos de Gobierno, incapaces
de contener un derrumbamiento, consentian invasiones
subrepticias de fuerzas irresponsables en la gestión de los ne¬
gocios pûblicos.» «Y la ley de Asociaciones de 1878, por razo¬
nes semejantes de «falta de previsión politica», parécele que
brindó al socialismo otro «inmejorable aparato de defensa.»
Por otra parte, el discurso de nuestro nuevo companero,
confirma lo que ya recordâbamos acerca de las razones de
indole politica general que aconsejaron orientar del modo
indicado la solución al problema de las representaciones de
los Comités Paritarios. Nos recuerda Aunós cómo el Dictador,
unas horas no más después de empunar las riendas del man¬
do, dirigió una nota a los obreros en la que «con la mas ale¬
gre y sincera espontaneidad ofrecia a las Sociedades obreras
no sólo seguridades y coyunturas de mejora, sino una posibi¬
lidad colaboracionista en la politica que iba a emprender,
amén, no hay que decirlo, de un establecimiento inminente
de medidas dignificantes que pronto se vieron legisladas».
Sólo pedia en reciprocidad que la lealtad imperase. «En rea¬
lidad—anade Aunós—, con esta nota y la dirigida a los patro¬
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Max-Planck-Institut für
Real Academia de Ciencias Morales y Politicas
europäische Rechtsgeschich