tales caracteristicas de todo movimiento revolucionario, se
agrega aquélla modalidad psicologica que cabe designar con
la palabra resentimiento contra lo presente y pasado, y que
viene à cifrar präcticamente el ideal de tal movimiento en el
puramente negativo, estéril y ruinoso de la destruccion de la
realidad vigente, sin preguntarse siquiera con qué habrà de se¬
sustituida. En cuanto a la Contrarrevoluciön, Pemartin, si
guiendo a De Maistre, la rechaza si ha de significar el chacet
una revolucion contraria», y sôlo la acepta en el sentido de
chacer lo contrario de una revolucion».
y à qué es lo contrario de la revolucion que en 1936 puso
à Espania al borde del abismo, del que la salvó el Movimien¬
to Nacional?
Ante todo, y como prerequisito de toda ulterior actuación,
la disciplina o abnegación, o sea un espiritu de cobediencia
ordenada y continua... que domina al espacio con su técnica
del orden y domina al tiempo con su técniça de la continui¬
dad» (p. 27). A esta condición, más bien negativa, se sobre¬
pone como positiva la adopción del que llama Pemartin «sis
tema de coordenadas históricas» adecuadas a Espana, y que
réduce a tres : el eje de referencias vertical que apunta al Cielo
de aspiraciones idealistas, que viene a ser la Verdad Católica;
el éje de referencias horizontal, de atrás a adelante, que es
la fe en la Providencia Divina ; y el eje de referencias tam¬
bien horizontal, pero de izquierda a derecha, y que comprende
las verdades reales de la Ciencia cifradas en la Estadistica,
(p. 36-34).
Después, el reconocimiento de la sociedad espanola «como
una Comunidad de clases sociales unidas por un ideal religio¬
so comun y diferenciadas por los desniveles potenciales y vi¬
tales que resultan de la diversidad cosmológica y primaria de
lo orgánico, de la formación histórica de «unidades de ser»
parciales, y de la pluralidad de aptitudes en la actividad pro¬
ductora presente, con lo que dicha comunidad orgánica cum¬
ple una cuádruple misión orgánica, histórica, económica y po¬
litica (p. 230).
En tercer lugar, la admisión del dualismo Capital-traba¬
jo, que Pemartin interpreta en función del tiempo. Para él,
el trabajo viene a ser «la energia productiva que se pone en
Max-Planck-Institut für
Real Academia de
encias Morales y Politicas
europäische Re
htsgeschichte