vez suficientemente acabadas y perfeccionadas, elaborarlas
con cuidadosa paternidad, defenderlas con amor y convic¬
ción, e imponerlas a los demâs companeros de Gobierno, a
la opinión, a las Cortes y al pais, con persuasión, con fue
go, con entusiasmo, con tesón, con aquella firme voluntad
de que hablaba Cánovas del Castillo, de que querer con
vehemente voluntad una cosa cualquiera en la vida es el
noventa por ciento de lograrla
Para esta misión, el Ministro no necesita ser técnico en
la materia propia de su cargo; mejor dicho, el no serlo no
constituye obstâculo o defecto insuperable, y si bien es
cierto que de la lista de anexo adjunto podrian deducirse
consecuencias lo mismo en un sentido que en otro, quizás
los que dejaron más huellas en el Ministerio de Obras Pû¬
blicas fueran los no pertenecientes a su carrera especial. Lo
que si tendrà que hacer siempre el que lo gobierne es ser
virse del técnico en aquella parte privativa o de confianza
en el proyecto o en el detalle, cribando como en un cedazo
las ideas aceptables o admisibles, las que deben ser desecha¬
das, suprimiendo subjetividad, amor propio, unilaterali¬
dad, pasion de cuerpo o clase, el desorbitado carinno perso
nal y paternal que los proyectos inevitablemente engen¬
dran; en suma, poseer la intuitiva visión que separa el mun¬
do de las elucubraciones y fantasias de los ensuennos y de
las quimeras de los inventos, del de las fecundas realidades
que, sin negar licencias al genio, le hacen eficaz y decisivo
en su influencia para el ordenado progreso de la civiliza
ción y de la vida humana.
jEs el régimen propio de los Gobiernos de autoridad
el que da eficacia a una labor de Obras Publicas? En Es
pana, al menos, asi lo parece, o ha coincidido ese fenómeno
con las coyunturas históricas en que asi ha sucedido. No
es que neguemos que en otros paises de Europa y América
no pueda realizarse una lucida politica de Obras Publicas,
bajo Gobiernos de otro tipo que los de autoridad y que
asi haya sucedido en diversos periodos de su historia, pero
si ahondamos en ello, siempre llegaremos a dos consecuen
cias de tipo general: 1. Que el mayor auge de eficacia de
las Obras Publicas, lo mismo en Francia que Inglaterra,
Max-Planck-Institut für
Real Aca
dorales y Politicas
europäische Rechtsgeschichte