cion de garantia para hacer renacer la confianza; como el servi¬ 
cio que desempenan las creaciones transitorias de dinero no es otro 
que el de dar tiempo a la movilización de las auténticas disponi¬ 
bilidades de ahorro. 
Es cierto que el mecanismo bancario montado por Alemania en 
1932, para dar cumplimiento a su programa de creación de trabajo, 
fué vuelto a utilizar mas tarde, en 1938, para la politica de rearme. 
en condiciones muy diferentes y cuando todos los factores pro¬ 
ductivos de Alemania daban ya su normal rendimiento; pero esa 
renovación de la creación de dinero forzada por el Estado era ya 
un método de la economia de preparación para la guerra, que tuvo 
después su continuidad en la economia de guerra y ante la cual el 
Estado no podia detenerse por escrûpulos de orden monetario, aun 
cuando comenzó a iniciarla con toda clase de precauciones. 
En esta segunda etapa de la creación de dinero por el Estado 
ya no fueron suficientes ni las precauciones de politica monetaria 
ni la estabilización de rentas, ni siquiera su instrumento comple¬ 
mentario: el racionamiento. Fueron eficaces, aparentemente y por 
el momento, para evitar las perturbaciones que en medio de un con¬ 
flicto bélico podia causar una desvaloración desenfrenada del dine¬ 
ro; pero, a la larga, si la guerra no hubiera terminado con la desor¬ 
ganización completa del Imperio alemán, se habrian sentido las con¬ 
secuencias de la gigantesca acumulación de capacidad de compra, 
que estaba prâcticamente bloqueada, y cuya reabsorción habria 
constituido uno de los problemas mâs serios y embarazosos de la 
economia de paz. En la vida económica no se pueden hacer mila¬ 
gros; y por procedimientos ortopédicos, mecánicos, de fuerza, no 
se puede lograr otra cosa que aplazar los problemas que la politica 
monetaria inflacionista crea. Ello no es poco, ciertamente, en perio¬ 
dos transitorios y graves de la vida de los pueblos; pero no es una 
solución definitiva, puesto que no evita la inflación, sino que la 
aplaza. 
Es decir, que lo que la experiencia ensena, respecto a la poli¬ 
tica de ocupación total de los Estados autoritarios nacionalistas, es 
que en algunos de ellos, en determinadas circunstancias, pudo el 
Estado realizar dicha politica con pleno éxito y sin dar lugar a 
inflación alguna, pero no en todas las demâs circunstancias. Esto 
Max-Planck-Institut fü 
ias Morales y Politicas 
Real A 
europäische Rechtsgeschichte