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nos dará una idea à lo menos de su importancia y
utilidad que à la vez realzaré el concepto que he¬
mos formado de dicho contrato.
Era como digo, refiriéndose à los peligros de los
transportes por mar y que el seguro se encarga de
hacer desaparecer que el orador ya citado decia;
Los riesgos de la navegacion ponian trabas al
« comercio maritimo. Apareció el sistema de los
seguros: consultó las estaciones: puso la vista en
«el mar: interrogó à este terrible elemento; juzgó su
(inconstancia; sondeó sus tormentas; espió la poli¬
«tica; reconoció los puertos y costas de ambos mun¬
dos; lo sometió todo á cálculos sabios y á teorias
«aproximativas y dijo al comerciante experto y al
«intrépido navegante:— Ciertamente hay desastres
sobre los que no puede menos de gemir la humani¬
dad; péro, en cuanto à vuestra fortuna, id, atrave¬
sad los mares, desplegad vuestra actividad y vues¬
tra industria; yo me encargo de vuestros riesgos.»
Palabras que á la par de una esquisita y galana
forma en el lenguaje, dejan presumir de suyo, reve¬
lando claramente el fin del seguro, la utilidad de tal
institucion.
Palabras repito, nacidas de un espiritu desapasio¬
nado y de observacion; espiritu, que se habia forma¬
. ..
do, dirijido siempre por las severas lecciones que la
esperiencia diaria trae consigo al tratar de hechos
que van desenvolviéndose à la par de las institucio¬
nes que son su base y fundamento proporcionando à
la humanidad incomparables beneficios.
Con razon concluia el autor, una vez que asi ha¬
bia concebido el objeto del seguro;
— Entônces se-