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No se concibe pues, cómo se hayan podido sos¬
tener teorias opuestas, tan estremas y me atrevo à
creer que el solo fin que se han propuesto los que
ponen en duda la utilidad é importancia del seguro
con sus repetidas discusiones, ha sido solo para ha¬
cer resaltar mas y mas la opinion contraria que ja
mås pudieron negar con fundamento.
La misma esperiencia con su voz elocuente, se
ha encargado de disipar y estinguir por completo
las mas ó menos fundadas opiniones que eran ob-
jeto del debate y en todo tiempo, nos ha puesto de
manifiesto las imensas ventajas del seguro, consi-
derado como la salvaguarda de los intereses del
comerciante en especial y de la sociedad en ge¬
neral.
Bastó su aparicion en la jurisprudencia comer-
cial, para que el hombre, se atreviese á cuanta em-
presa estuviere á su alcance, por arriesgada que
ella fuese: le vemos atravesando con paso seguro é
impertérrito en su fin, aun los mas escabrosos sen-
deros que le presentan sus relaciones sociales
todo mediante à la seguridad de no ver defraudadas
sus legitimas esperanzas y la plena conviccion,
de
que por grandes que fueran los males que sucesos
inopinados pudieran acarrear á su patrimonio,
serian indemnizados siempre, con muy poco sacrifi¬
cio de parte suya.
Por otra parte, otra consideracion que demues-
tra la justicia con que se atribuye estas cualidades
al seguro, es la de los riesgos que toma sobre si este
contrato. En efecto, debemos tener siempro pro¬
sente, que el seguro no se arredra ante ninguna cla-