o mutiladas suelen oponerle, entonces se acu-
mula, digamos asi, como un torrente detenide, se
infiltra à través de los muros y como este, acaba
por Ilevarlo todo por delante ó se desborda irre-
sistible para seguir el curso que leyes naturales
le han fijado. Su desarrollo necesita un campo
Ilano y adecuado: facilidad en las transacciones.
rapidez en el transporte, seguridad y eficacia en
los contratos, crédito ámplio, caminos, telégrafos,
puentes, buques, ferrocarriles, á todo pide su con-
tingente y todo debe estar organizado de modo
que su acción no sea sinó un solo y eficaz factor
de su prosperidad.
Dado este carácter del comercio, esta multipli-
cidad de factores que concurren á su desarrollo.
necesita desde luego una legislación tan liberal
y uniforme como sea posible, y para que una le-
gislación cumpla esas condiciones, el poder de le-
gislar el comercio debe ser tan ámplio y extenso
que le permita combinar y dar dirección uniforme
à todos los factores que directa ó indirecta¬
mente se relacionan con él. Tal es el concepto
que debe presidir la legislación comercial, dado
el desarrollo actual de las industrias, y tal ha sido
sin duda el que han tenido los constituyentes nor
teamericanos cuya obra ha sido seguida é imitada
en nuestro pais.
2—Nuestra Constitución, siguiendo su modelo.
ha puesto en manos del Congreso la facultad de
legislar el comercio y aun lo ha excedido, pues.