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Pasa por fin la época heróica llamada de con¬
quista y colonización, pero el desierto queda en
pie; en él halla el salvaje seguro refugio, en el
prepara el malón que llega hasta los ejidos de las
capitales y á él vuelve con su botin de desola¬
ción y de ruina.
Entre tanto la familia argentina se ha formado
y toma posesión de su hogar que ha santificado
con la gloria y con su sangre; la independencia
esté consumada y es llegada la hora en que un
pueblo va á erigirse soberano; las ramas de la fa¬
milia argentina, hermanas en el nacimiento, en el
martirio y en la gloria, porque juntas acaban de
vencer en los campos de batalla, Ilenas de santos
anhelos van á fundirse en una misma y grande pa-
tria, más apenas se acercan, los hermanos se desco¬-
nocen, han vivido aislados por el desierto y este ha
hecho germinar recelos y egoismos salvajes que el
sentimiento localista cambia luego en odios impla¬
cables; al punto nace el caudillo, y abandona sus
dominios al frente de huestes fratricidas; se deja
el arado para empunar armas, el canón herôico de
la independencia es sustituido por la lanza del
caudillo y los hermanos cegados por criminal em¬
briaguéz de sangre, se despedazan hollando la
imagen santa de la patria.
La guerra civil absorbe las energias del gran
pueblo, que apenas nacido queda exangue y su¬
mido on el desprestigio y en la miseria econo¬
nlea, para ver luego levantarse sobre sus ruinas